Texto
base
El hombre es un ser vivo en constante búsqueda
del sentido de la vida. Una búsqueda de miles de años pero sin ningúna pista.
La única especie entre todos los seres vivos, que aún no descifra el propósito
o destino en el mundo que habita. Una maldición que solo el hombre posee y una
maldición que solo el hombre puede romper. Es por ello, que los hombres se
pasan la vida aprendiendo lo más posible del mundo, de su realidad, con el
objetivo de que en su infantil comprensión pueda dar respuesta a su incognita
más grande, la cual es su vida.
Corrección
El hombre es un ser vivo en constante búsqueda
del sentido de su vida, la cual por miles de años aún no ha podido descifrar, a
diferencia de los demás seres vivos de la naturaleza cuyas vidas ya han sido
predispuestas a realizar un propósito específico. Es una maldición que solo el
hombre posee y que solo por sus medios puede ser disuelta. Es por ello, que la
mayoría de los hombres se pasan la vida aprendiendo lo más posible del mundo
que los rodea, con el objetivo de comprender en su infantil necesidad de
controlar todo, el significado de la vida.
A partir de este ejercicio me di cuenta de que,
a la hora de escribir, muchos elementos juegan un papel crucial si se quiere
realizar una muy buena tarea. Entre ellos está pensar detenidamente sobre qué
se va a escribir antes de escribir, lo cual para muchas personas podría sonar
algo tonto y obvio, puesto que para plasmar algo se requiere haber ideado dicha
creación en primer lugar. Sin embargo, cuando se dispone de poco tiempo, se
puede llegar a sentir que las ideas no fluyen en la cabeza y la ansiedad
recorre el cuerpo al no tener una idea clara, por lo que empezamos a garabatear
códigos en el papel intentando descubrir sobre la marcha las ideas a escribir.
Una acción que en el momento de ser ejecutada parecería una muy buena idea, o
por lo menos así lo pensé en ese instante, pero que acabo lastimosamente siendo
una pésima elección, ya que en el día que me fue devuelta dicha creación, me
percate que había cometido muchos errores tanto en la cohesión de las ideas
como en la estructura de las mismas por la constante presión del tiempo. Una
experiencia que me sirvió para reconocer mis fortalezas, debilidades y a no confiarme
a la hora de escribir por ciertos elementos que creemos que los manejamos muy
bien pero que a la hora de la verdad fallamos en ellos.